
Como no podía ser de otra forma, Nikki se convirtió en Papá Noel para los jóvenes pacientes de cáncer del Carolinas Medical Center, de Carolina del Norte, al reemplazar sus consolas de videojuegos que habían sido robados.
Cinco consolas y equipos diversos usados por los niños para divertirse mientras combaten su enfermedad, fueron robados el pasado 4 de diciembre. Nikki se enteró de la noticia y se ofreció a ayudar. Nikki acudió a Sony, Disney, Activision y Nintendo para solicitar las donaciones y reemplazar los videojuegos robados.
A la fecha ya había sido arrestado un sospechoso del robo.